Los objetos capturados en la guerrilla de Ernesto Che Guevara, incluidas todas sus pertenencias personales, provocan una cadena de sorpresas de nunca acabar.
Copias de su diario entregadas a Cuba por el entonces ministro Antonio Arguedas a pocos meses de terminadas las acciones. Años después, los originales, junto al diario de Pombo, vendidos por García Meza a una casa rematadora de Londres.
Su carabina inutilizada, sus libros, varios relojes, su mochila, los rollos fotográficos sin revelar, su célebre pipa y casi podría decirse la totalidad de los objetos recuperados terminaron repartidos como trofeos. Están en manos de particulares o de ex agentes de la CIA que intervinieron en la campaña.
En el Archivo Histórico de las Fuerzas Armadas se creó una sección especial: “Acciones Guerrilleras de 1967”; contiene varias decenas de volúmenes empastados, archivadores, sobres y otros materiales escritos, además de algunas cintas magnetofónicas. Pero no están las pertenencias de los guerrilleros, ni los libros que según las listas del Che pasaban de un centenar, excepto “Revolución en la Revolución” de Regis Debray con apuntes del Che en los márgenes. Hay un catálogo minucioso de toda esta documentación, pero el acceso de los investigadores a ella está aún vedado por una legislación obsoleta.
A pesar del rigor con el que se cuida este material documental, ocurren filtraciones extrañas. Por ejemplo, en 1998 la editorial Feltrinelli publicó unas fichas bibliográficas escritas por el Che, algunas fotografías cuyos originales están guardados en ese archivo y tres poemas de Rubén Dario también escritos de puño y letra por el Che. La publicación, por supuesto, está en italiano y hasta hoy no se hizo una edición en español (Ernesto Che Guevara “Prima di morire. Appunti e note di lettura”. Milano, 1998). En la introducción se dice con toda desfachatez que las copias “llegaron directamente de La Paz”, insinuando el uso de métodos vedados para obtenerlas.
El 2002 un ex jefe de inteligencia dio a conocer fotografías inéditas del Che capturado.
Después de más de cuatro años de haberlo anunciado, hace poco Editorial Planeta ha publicado en México el contenido de un supuesto “cuaderno verde” con 69 poesías latinoamericanas que, según Paco Ignacio Taibo, su presentador y prologuista, estaba en la mochila del Che. Si tal cuaderno es fidedigno estaríamos ante un nuevo caso de robo de material documental. Pero, hay indicios de que podría tratarse más bien de una estafa. Este asunto reclama una urgente investigación.
Cuarenta años transcurridos son más que suficientes para abordar a fondo el tema. Rescatar lo que sea posible de particulares y demandar del gobierno de los Estados Unidos la devolución de lo que se hayan llevado.
Y ponerlo todo a la luz del día.